Sábado 7 de Enero de 2023
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DÍA 7 DE ENERO O bien lunes después del domingo de Epifanía
San Raimundo de Peñafort
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Las lecturas desde el 7 al 12 de enero se utilizan en los días siguientes a la solemnidad de la Epifanía, aunque ésta se traslade al domingo, hasta el sábado siguiente.
Pero, desde el lunes siguiente al domingo en que se celebra el Bautismo del Señor, es decir, el domingo posterior al 6 de enero, comienzan a utilizarse las lecturas del tiempo durante el año, omitiendo las que pudieran sobrar de las señaladas para los días del 7 al 12 de enero.
Pongan a prueba su inspiración para ver si procede de Dios
Lectura de la primera carta de san Juan
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3, 22—4, 6
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Hijos míos:
Dios nos concederá
todo cuanto le pidamos,
porque cumplimos sus mandamientos
y hacemos lo que le agrada.
Su mandamiento es éste:
que creamos en el Nombre de su Hijo Jesucristo,
y nos amemos los unos a los otros como Él nos ordenó.
El que cumple sus mandamientos
permanece en Dios,
y Dios permanece en él;
y sabemos que Él permanece en nosotros,
por el Espíritu que nos ha dado.
Queridos míos,
no crean a cualquiera que se considere inspirado:
pongan a prueba su inspiración,
para ver si procede de Dios,
porque han aparecido en el mundo
muchos falsos profetas.
En esto reconocerán al que está inspirado por Dios:
todo el que confiesa
a Jesucristo manifestado en la carne,
procede de Dios.
Y todo el que niega a Jesús,
no procede de Dios,
sino que está inspirado por el Anticristo,
de quien ustedes oyeron decir que vendría
y ya está en el mundo.
Hijos míos,
ustedes son de Dios
y han vencido a esos falsos profetas,
porque Aquél que está en ustedes
es más grande que el que está en el mundo.
Ellos son del mundo,
por eso hablan el lenguaje del mundo
y el mundo los escucha.
Nosotros, en cambio, somos de Dios.
El que conoce a Dios nos escucha;
pero el que no es de Dios, no nos escucha.
Y en esto distinguiremos
la verdadera de la falsa inspiración.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
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2, 7-8. 10-12a
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R. ¡Te daré las naciones como herencia!
Voy a proclamar el decreto del Señor:
Él me ha dicho: «Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.
Pídeme, y te daré las naciones como herencia,
y como propiedad, los confines de la tierra». R.
Por eso, reyes, sean prudentes;
aprendan, gobernantes de la tierra.
Sirvan al Señor con temor;
temblando, ríndanle homenaje. R.
Aleluia.
Jesús proclamaba la Buena Noticia del Reino,
sanaba todas las enfermedades de la gente.
Aleluia.
E VANGELIO
El Reino de los Cielos está muy cerca
Cuando Jesús se enteró de que Juan Bautista había sido arrestado, se retiró a Galilea. Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías:
“¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí,
camino del mar, país de la Transjordania,
Galilea de las naciones!
El pueblo que se hallaba en tinieblas
vio una gran luz;
sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte,
se levantó una luz”.
A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca».
Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias de la gente. Su fama se extendió por toda la Siria, y le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los sanaba. Lo seguían grandes multitudes que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania.
Palabra del Señor.
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