Martes 14 de Noviembre de 2023
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Lunes de la 32° Semana durante el año
San Lorenzo O'Toole, obispo
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A los ojos de los insensatos parecían muertos:
pero ellos están en paz
Lectura del libro de la Sabiduría
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2, 23-3, 9
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Dios creó al hombre para que fuera incorruptible
y lo hizo a imagen de su propia naturaleza,
pero por la envidia del demonio
entró la muerte en el mundo,
y los que pertenecen a Él tienen que padecerla.
Las almas de los justos están en las manos de Dios,
y no los afectará ningún tormento.
A los ojos de los insensatos parecían muertos;
su partida de este mundo fue considerada una desgracia
y su alejamiento de nosotros, una completa destrucción;
pero ellos están en paz.
A los ojos de los hombres, ellos fueron castigados,
pero su esperanza estaba colmada de inmortalidad.
Por una leve corrección, recibirán grandes beneficios,
porque Dios los puso a prueba
y los encontró dignos de Él.
Los probó como oro en el crisol
y los aceptó como un holocausto.
Por eso brillarán cuando Dios los visite,
y se extenderán como chispas por los rastrojos.
Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos,
y el Señor será su rey para siempre.
Los que confían en Él comprenderán la verdad
y los que le son fieles permanecerán junto a Él en el amor.
Porque la gracia y la misericordia son para sus elegidos.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
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33, 2-3. 16-19
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R. ¡Bendeciré al Señor en todo tiempo!
Bendeciré al Señor en todo tiempo,
su alabanza estará siempre en mis labios.
Mi alma se gloría en el Señor:
que lo oigan los humildes y se alegren. R.
Los ojos del Señor miran al justo
y sus oídos escuchan su clamor;
pero el Señor rechaza a los que hacen el mal
para borrar su recuerdo de la tierra. R.
Cuando ellos claman, el Señor los escucha
y los libra de todas sus angustias.
El Señor está cerca del que sufre
y salva a los que están abatidos. R.
Aleluia.
«El que me ama será fiel a mi palabra,
y mi Padre lo amará e iremos a él», dice el Señor.
Aleluia.
E VANGELIO
Somos simples servidores,
no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber
Jesús dijo a sus discípulos:
Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: «Ven pronto y siéntate a la mesa»? ¿No le dirá más bien: «Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después»? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó?
Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: «Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber».
Palabra del Señor.
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