Sábado 7 de Octubre de 2023

Sábado de la 26° Semana durante el año

Bienaventurada Virgen María del Rosario


7 de octubre

Nuestra Señora del Rosario

Memoria

Se dedicaban a la oración en compañía de María,
la madre de Jesús

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1, 12-14

Después que Jesús subió al cielo, los Apóstoles regresaron del monte de los Olivos a Jerusalén: la distancia entre ambos sitios es la que está permitida recorrer en día sábado. Cuando llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL Lc 1, 46-55

R. El Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.

Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz. R.

Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:
¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación
sobre aquéllos que lo temen. R.

Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono
y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías. R.

Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham
y de su descendencia para siempre. R.


ALELUIA Cf. Lc 1, 28

Aleluia.
¡Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo,
bendita tú eres entre las mujeres!
Aleluia.

EVANGELIO

Concebirás y darás a luz un hijo

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Lucas


1, 26-38

El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo:
«¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
Pero el Ángel le dijo:
«No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».
María dijo al Ángel:
«¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?»
El Ángel le respondió:
«El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».
María dijo entonces:
«Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra».
Y el Ángel se alejó.

Palabra del Señor.




o de la feria:

El que atrajo sobre ustedes estos males
les traerá la eterna alegría

Lectura del libro de Baruc 4, 5-12. 27-29

¡Ánimo, pueblo mío,
memorial viviente de Israel!
Ustedes fueron vendidos a las naciones,
pero no para ser aniquilados;
es por haber excitado la ira de Dios,
que fueron entregados a sus enemigos.
Ustedes irritaron a su Creador,
ofreciendo sacrificios a los demonios y no a Dios;
olvidaron al Dios, eterno, el que los sustenta,
y entristecieron a Jerusalén, la que los crió.
Porque ella, al ver que la ira del Señor
se desencadenaba contra ustedes, exclamó:

«Escuchen, ciudades vecinas de Sión:
Dios me ha enviado un gran dolor.
Yo he visto el cautiverio
que el Eterno infligió a mis hijos y a mis hijas.
Yo los había criado gozosamente
y los dejé partir con lágrimas y dolor.
Que nadie se alegre al verme viuda
y abandonada por muchos.
Estoy desolada por los pecados de mis hijos,
porque se desviaron de la Ley de Dios».

¡Ánimo, hijos, clamen a Dios,
porque Aquél que los castigó se acordará de ustedes!
Ya que el único pensamiento de ustedes
ha sido apartarse de Dios,
una vez convertidos,
búsquenlo con un empeño diez veces mayor.
Porque el que atrajo sobre ustedes estos males
les traerá, junto con su salvación, la eterna alegría.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 68, 33-37

R. El Señor escucha a los pobres.

Que lo vean los humildes y se alegren,
que vivan los que buscan al Señor:
porque el Señor escucha a los pobres
y no desprecia a sus cautivos. R.

Que lo alaben el cielo, la tierra y el mar,
y todos los seres que se mueven en ellos. R.

El Señor salvará a Sión
y volverá a edificar las ciudades de Judá:
el linaje de sus servidores la tendrá como herencia,
y los que aman su nombre morarán en ella. R.


ALELUIA Cf. Mt 11, 25

Aleluia.
Bendito eres, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque revelaste los misterios del Reino a los pequeños.
Aleluia.

EVANGELIO

Alégrense de que sus nombres estén escritos en el cielo

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Lucas


10, 17-24

Al volver los setenta y dos de su misión, dijeron a Jesús llenos de gozo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre».
Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo».
En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo mantenido ocultas estas cosas a los sabios y prudentes, las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».
Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: «¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!»

Palabra del Señor.



En la arquidiócesis de Rosario:
LA VIRGEN DEL ROSARIO, Patrona de la arquidiócesis: solemnidad.

En la arquidiócesis de Paraná:
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, Patrona de la arquidiócesis: solemnidad.

En la diócesis de Gualeguaychú:
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, Patrona de la diócesis: solemnidad.

En la diócesis de Azul:
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, Patrona de la diócesis: fiesta.

En la diócesis de Jujuy:
LA VIRGEN DEL ROSARIO DE RÍO BLANCO Y PAYPAYÁ, Copatrona de la diócesis de Jujuy: fiesta.

En la prelatura de Humahuaca:
LA VIRGEN DEL ROSARIO DE RÍO BLANCO Y PAYPAYÁ: fiesta.


Se dedicaban a la oración en compañía de María,
la madre de Jesús

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1, 12-14

Después que Jesús subió al cielo, los Apóstoles regresaron del monte de los Olivos a Jerusalén: la distancia entre ambos sitios es la que está permitida recorrer en día sábado. Cuando llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL Lc 1, 46-55

R. El Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.

Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz. R.

Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:
¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación
sobre aquéllos que lo temen. R.

Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono
y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías. R.

Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham
y de su descendencia para siempre. R.


Apareció en el cielo un gran signo

Lectura del libro del Apocalipsis 11, 19a; 12, 1-6a. 10ab

Se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y quedó a la vista el Arca de su Alianza.
Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.
Estaba embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz.
Y apareció en el cielo otro signo: un enorme Dragón rojo como el fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y en cada cabeza tenía una diadema. Su cola arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera.
La Mujer tuvo un hijo varón que debía regir a todas las naciones con cetro de hierro. Pero el hijo fue elevado hasta Dios y hasta su trono, y la Mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un refugio.
Y escuché una voz potente que resonó en el cielo:
«Ya llega la salvación,
el poder y el Reino de nuestro Dios
y la soberanía de su Mesías».

Palabra de Dios.


ALELUIA Cf. Lc 1, 28

Aleluia.
¡Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo,
bendita tú eres entre las mujeres!
Aleluia.

EVANGELIO

Concebirás y darás a luz un hijo

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Lucas


1, 26-38

El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo:
«¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
Pero el Ángel le dijo:
«No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».
María dijo al Ángel:
«¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?»
El Ángel le respondió:
«El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».
María dijo entonces:
«Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra».
Y el Ángel se alejó.

Palabra del Señor.




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