Lunes 1 de Enero de 2024
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OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS
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Invocarán mi Nombre sobre los israelitas, y Yo los bendeciré
Lectura del libro de los Números
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6, 22-27
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El Señor dijo a Moisés:
«Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos: Así bendecirán a los israelitas. Ustedes les dirán:
“Que el Señor te bendiga y te proteja.
Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti
y te muestre su gracia.
Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz”.
Que ellos invoquen mi Nombre sobre los israelitas, y Yo los bendeciré».
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
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66, 2-3. 5-6. 8
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R. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
haga brillar su rostro sobre nosotros,
para que en la tierra se reconozca su dominio,
y su victoria entre las naciones. R.
Que todos los pueblos te den gracias.
Que canten de alegría las naciones,
porque gobiernas a los pueblos con justicia
y guías a las naciones de la tierra. R.
¡Que los pueblos te den gracias, Señor,
que todos los pueblos te den gracias!
Que Dios nos bendiga,
y lo teman todos los confines de la tierra. R.
Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo
a los cristianos de Galacia
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4, 4-7
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Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.
Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abba!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
Palabra de Dios.
Aleluia.
Después de haber hablado a nuestros padres
por medio de los profetas,
en este tiempo final,
Dios nos habló por medio de su Hijo.
Aleluia.
E VANGELIO
Encontraron a María, a José y al recién nacido.
Ocho días después se le puso el nombre de Jesús
Los pastores fueron rápidamente adonde les había dicho el Ángel del Señor y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Angel antes de su concepción.
Palabra del Señor.
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