Miércoles 9 de Octubre de 2024
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Miércoles de la 27° Semana durante el año
San Dionisio, obispo y compañeros, mártires
San Héctor Valdivieso Sáez, mártir
San Juan Leonardi, presbítero
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Reconocieron el don que me había sido dado
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo
a los cristianos de Galacia
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2, 1-3. 6-14
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Hermanos:
Cuando subí nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando conmigo a Tito, lo hice en virtud de una revelación divina, y les expuse el Evangelio que predico entre los paganos, en particular a los dirigentes, para asegurarme que no corría o no había corrido en vano.
Pero ni siquiera Tito, que estaba conmigo y era de origen pagano, fue obligado a circuncidarse. En cuanto a los dirigentes -no me interesa lo que hayan sido antes, porque Dios no hace acepción de personas- no me impusieron nada más. Al contrario, aceptaron que me había sido confiado el anuncio del Evangelio a los paganos, así como fue confiado a Pedro el anuncio a los Judíos.
Porque el que constituyó a Pedro Apóstol de los Judíos, me hizo también a mí Apóstol de los paganos. Por eso, Santiago, Cefas y Juan -considerados como columnas de la Iglesia- reconociendo el don que me había sido dado, nos estrecharon la mano a mí y a Bernabé, en señal de comunión, para que nosotros nos encargáramos de los paganos y ellos de los Judíos. Solamente nos recomendaron que nos acordáramos de los pobres, lo que siempre he tratado de hacer.
Pero cuando Cefas llegó a Antioquía, yo le hice frente porque su conducta era reprensible. En efecto, antes que llegaran algunos enviados de Santiago, él comía con los paganos, pero cuando éstos llegaron, se alejó de ellos y permanecía apartado, por temor a los partidarios de la circuncisión. Los demás Judíos lo imitaron, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por su simulación. Cuando yo vi que no procedían rectamente, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas delante de todos: «Si tú, que eres Judío, vives como los paganos y no como los Judíos, ¿por qué obligas a los paganos a que vivan como los Judíos?»
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
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116, 1-2
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R. ¡Vayan por el mundo y anuncien el Evangelio!
O bien:
Aleluia.
¡Alaben al Señor, todas las naciones,
glorifíquenlo, todos los pueblos! R.
Porque es inquebrantable su amor por nosotros,
y su fidelidad permanece para siempre. R.
Aleluia.
Han recibido el espíritu de hijos adoptivos,
que nos hace llamar a Dios ¡Abbá!, ¡Padre!
Aleluia.
E VANGELIO
Señor, enséñanos a orar
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo entonces: «Cuando oren, digan:
Padre, santificado sea tu Nombre,
que venga tu Reino;
danos cada día nuestro pan cotidiano;
perdona nuestros pecados,
porque también nosotros perdonamos
a aquellos que nos ofenden;
y no nos dejes caer en la tentación».
Palabra del Señor.
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